Probablemente, ese amigo que habla sobre las bondades de ese vino, no conozca bien el mundo del vino, pero sí que ha aprendido algunas frases o datos comunes, que le hacen parecer, que sabe… Pues bien, si estás cansado de que siempre se repita la misma historia, y esta vez, quieres ser tú quién lleve la voz cantante, desde aquí te proponemos algunos tips, que te harán parecer un verdadero gurú del mundo del vino: 1- Lo primero y más importante, es no elegir el vino más caro que te encuentres en la carta. Opta por vinos que te resulten familiares, ya por su nombre o por su Denominación de Origen. 2- Hazte un experto en añadas: Sí, aunque no tengas ni idea. Decir que la añada de tal año fue la mejor de la década, te convertirá en un experto y nadie, excepto un auténtico conocedor del mundo del vino podrá rebatirte. 3- Tanto si el vino elegido es por ti como si es una recomendación del sumiller, los pasos para catar ese vino van a ser siempre los mismos: coge la copa desde la base y comienza primero por observar el color del vino, inclinando la copa para observar todos los matices. Después dirige la copa de vino hacia la nariz para hacer la cata olfativa y experimentar el deleite de olores. Remueve un poco la copa, para que el vino respire y te embriague de nuevos aromas y sabores y pruébalo, dejando que el vino penetre en cada papila gustativa y por fin, da tu veredicto final. 4- ¿Los taninos? Sí, los taninos, esa palabra que no paras de escuchar, que relacionas con el vino pero que no tienes ni idea de qué es. Pues bien, los taninos son una sustancia química natural que se encuentra en el vino, que tiene propiedades astringentes y antiinflamatorias. Crean en el vino esa sensación de aspereza o amargor tan característica, por lo que, si te encuentras un vino así, podrás soltar la típica frase de “cómo se aprecian los taninos en este vino”. 5- Las clasificaciones del vino: algunos datos clave para diferenciarlos son:
- Vinos jóvenes: aquellos que no han pasado tiempo en barrica o no el suficiente. Semicrianza, el vino que ha pasado menos de seis meses en la barrica, pero sin llegar a los periodos de crianza de los consejos reguladores.
- Crianza: suele comercializarse en su tercer año, después de haber estado al menos un año en madera, el resto del tiempo va envejeciendo en la botella.
- Reserva: ha sido sometido al menos a tres años completos de envejecimiento, sin embargo, el tiempo mínimo de permanencia en barrica coincide con el de crianza, es decir, un año.
- Gran reserva: los vinos con esta categoría suelen pertenecer a cosechas extraordinarias, su gran singularidad es porque se elabora con uva de una gran calidad. Mínimo dos años en barrica y tres en botella.