El ciclo de la vid continúa: La poda en verde

nuevos retos en el cuidado de la vid. Y es que no todo es regar y esperar los frutos del viñedo, sino que hay muchos cuidados y tareas a tener en cuenta. Y cuando llega el final de mayo, la principal de ellas es la poda en verde de la vid. Esta poda de primavera consiste en seleccionar aquellos brotes fértiles que darán los racimos, para eliminar los restantes y limpiar los troncos, de forma que las partes fructíferas lo sean en todo su rendimiento. Es decir, quitamos aquellas ramas y brotes que no darán uvas y restarían el sustento a los sarmientos que sí las producirán. Se eliminan las yemas, los sarmientos verdes jóvenes y las ramas sobrantes para descargar la planta, pero se eliminan también los brotes mal ubicados que serán poco fértiles. Situados por ejemplo demasiado cerca del suelo o a los que no llega bien la luz solar, pero también se tiene en cuenta la formación de la planta de cara a la poda de invierno, ya que la complementa. Si no hiciésemos esto, se crearían unas condiciones de humedad y menor penetración del sol dentro de la cepa, que daría lugar a riesgos de plagas. Pero más importante, la savia se repartiría demasiado entre los racimos y estos no se desarrollarán al máximo.

¿Y por qué se realiza en este momento?

La poda en verde se realiza entre mayo y junio porque es el momento del desarrollo vegetativo de la vid en el que comienzan a brotar los pámpanos de las yemas. Así podemos detectar cuáles son más fructíferos, antes de que todos empiecen a desarrollarse y dificulten esta labor. Además de favorecer la maduración y circulación de la savia, la poda en verde también hará más accesibles las labores de la viña en la poda de invierno, y permitirá que la planta tenga una forma más conveniente y sana.  ]]>

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