Cuando se descorcha una botella, empiezan a ocurrir reacciones entre el aire y el vino. “Al principio, el aire ayuda al vino a liberar sus aromas, pero si se prolonga el tiempo de exposición, el vino termina oxidándose: se vuelve así plano e insulso, pierde su sabor y acaba por estropearse”, explica Le Cordon Bleu […]