Y por fin, llegó el calor a España y ha llegado para quedarse, por lo menos de momento.
El verano hace que tengamos más ganas de disfrutar de nuestro tiempo de ocio. Las calles se llenan de gente disfrutando de ese «terraceo» con amigos, con la pareja o en familia. Las comidas se vuelven menos copiosas, porque nuestro cuerpo nos pide alimentos más ligeros, comidas menos elaboradas pero que tengan todo el sabor. Quien es cocinillas continuará siéndolo y seguirá mostrando su gran habilidad en los fogones pero aquellos que no lo son, buscarán alternativas ricas, nutricionales y que sean fáciles de preparar. Precisamente por eso, para poder alargar ese tiempo en la calle, esas horas de luz que nos regala el verano.
Para aquellos perezosos que les cueste cocinar, para los que les encante el mundo de la gastronomía y disfruten con el arte de comer bien y cocinar, o incluso, para aquellos que ni se plantean cenar nunca en casa, les presentamos una de las mejores formas de disfrutar de estas noches de verano. Y no es otra que hacer una noche de quesos y vinos. Una manera deliciosa de disfrutar de las cenas veraniegas, para deleitar todos los sentidos.
Aunque como bien dice el refran «para gustos, los colores», en el maridaje de vinos y quesos, sí que existen las combinaciones perfectas. Pero antes de poder establecer esta relación, hay que tener en cuenta varios puntos para conseguir ese matrimonio ideal entre vino y queso.
Lo más importante, en lo que se refiere a los quesos, es saber con qué materia prima están elaborados: si se trata de un queso de vaca, oveja, mezclas… y por supuesto, determinar cuál ha sido su edad de maduración…
Con respecto al vino, los aspectos que hay que tener en cuenta son la variedad de uva con la que ha sido elaborado, así como su tiempo de envejecimiento. Estas dos características son las que marcarán la relación entre ambos productos.
Algunos consejos para realizar esta conjunción son:
– Escoger aquellos vinos y quesos que tengan la misma intensidad.
– Los vinos y quesos que hayan sido elaborados en la misma región son una magnífica combinación.
– Los vinos más fuertes van con los quesos más curados.
– Mezcla vinos dulces y quesos fuertes.
– Los vinos espumosos van a la perfección con quesos más ligeros y mantecosos.
Estas son algunas propuestas para realizar la mejor relación vino y queso, pero como adelantábamos antes, no todos los paladares disfrutan con las mismas combinaciones. Desde aquí, solo te animamos a que pruebes y encuentres la tuya, y así puedas lograr disfrutar de una noche de verano, muy muy gourmet.
Seguramente, aquellos aficionados al vino que estén familiarizados con la terminología del vino, conozcan esta palabra: “coupage”. A otros en cambio, puede que les suene, pero no sepan exactamente qué es lo que significa. Bien, la palabra “coupage” es un término francés que define el arte de la mezcla de vinos para conseguir complementar y potenciar sus cualidades.
Existen diferentes tipos de coupage:
– Aquellos vinos que se elaboran con distintas varietales. Con esto, conseguimos crear vinos diferentes, más completos y con identidad propia.
– Vinos en los que se fusionan la misma variedad de uva, pero de distintas cosechas. Esta técnica logra complementar al vino consiguiendo suplir cualquier deficiencia.
– También se elaboran vinos con la misma variedad de uva pero que contengan rasgos diferenciales. Estas uvas pueden venir de cepas distintas o de múltiples zonas geográficas.
– Y, por último, uvas de la misma varietal pero cuyo envejecimiento ha sido distinto por diferentes motivos: barrica empleada, tiempo de permanencia en ella, botella… Este tipo de coupage logra combinar vinos jóvenes con más añejos con el fin de crear aromas más frescos o conseguir una mayor duración en el tiempo.
Con estas técnicas, el principal fin es dotar a los vinos de personalidad propia y mayor calidad.
Vinos Sanz es una de las bodegas que mejor conoce este arte ya que está presente en algunos de sus vinos:
- Destacamos, uno de sus buques insignia, el Vino Sanz Clásico que cuenta con un 70% verdejo y 30% Viura, creando así un vino joven, seco, aromático y muy vivo, con un perfecto equilibrio.
- Por otro lado, el año pasado fue la presentación del vino más transgresor de la bodega: “El loco de Finca la Colina” una mezcla divertida de las variedades Verdejo y Sauvignon Blanc con las que se ha logrado elaborar un “loco” vino con una imagen moderna y llamativa que refleja el perfecto ensamblaje de las dos variedades más importantes de Rueda.
- Y sin olvidar, otro clásico de la bodega: Montesol. De nuevo, con la mezcla de las variedades Verdejo y Viura. Un blanco generoso y selecto, con un marcado carácter propio de la bodega.
Dicho todo esto, la mejor forma de poder entender mejor el coupage es, sin duda, catando y experimentando esa intensidad aromática, ese volumen que adquiere el vino. Es donde, verdaderamente, descubrimos esa forma de complementar y crear auténticos vinos de calidad.