Aquellos que tienen el poder de probar un vino y valorar sus matices y aromas pueden parecen héroes inalcanzables en el mundo culinario.
Sin embargo, si amas el vino y no eres un experto en la cata, existen algunos consejos básico que permiten aprender a catar vino, agrupando las fases de la cata y manteniendo todos tus sentidos en “alerta”.
Si te apetece sorprender a tus amigos en vuestra próxima cena, atento a estos consejos:
1. Ojo a la temperatura
Algo que afecta mucho al sabor y aroma del vino y que a veces no se tiene en cuenta. Es importantísimo que sepas a qué temperatura se sirve cada vino.
Los tintos se han de servir entre 12 a 20 grados dependiendo de si son jóvenes, crianza o reserva.
Los vinos blancos han de servirse entre 7 y 12 grados: los más jóvenes hasta 10 y los crianza entre los 10 y los 12. La temperatura ideal de los blancos dulces está en 6 grados.
Importante: ¡sostener la copa! De nada sirve servir el vino a la temperatura perfecta si después la modificas con el propio calor de tu mano. La copa ha de sostenerse siempre por el tallo, para no afectar a la temperatura del vino.
2. No se saltes las fases: Primero el olfato y luego ¡a probar!
Es común que, al probar un vino, nos saltemos fases y vayamos directamente a probarlo. ¡Error!
Al hacerlo de esta manera sólo consigues olvidar un parte crucial de la experiencia. En el olfato va media cata ¡No lo olvides!
Agita el vino suavemente en la copa y realiza tres aspiraciones lentas y profundas para percibir todos los perfumes que tu vino va a presentarte. Lo ideal es repetir este proceso al menos, otra vez más.
Cuando tu olfato ya ha captado la esencia del vino es hora de pasar a disfrutarlo a través de tus papilas gustativas. Pero no estropees la experiencia tomando un trago rápido: lo ideal es beber un pequeño sorbo y hacerlo recorrer lentamente tu boca.
De esta forma, obtendrás todos los matices del vino y estarás viviendo una experiencia nueva ¡en tu boca!
3. Compartir tus impresiones con amigos
No menos importante es la fase de compartir tus impresiones. Hablar sobre los matices que cada uno de vosotros haya percibido es una manera ideal de ir introduciéndose en el maravilloso mundo de la cata, ¡y uno de los momentos más divertidos!
Ya tienes todas las claves para celebrar una pequeña cata en tu casa. Puede ser una excusa perfecta para hacer una actividad previa a la cena, o preparar una de picoteo para disfrutar de distintos vinos. ¡Tú eliges!
Ser mujer nunca ha sido fácil, y mucho menos cuando éstas intentan abrirse hueco en lo que, en principio, parece ser un mundo de hombres. Por esto, y para celebrar en Día de la Mujer, queremos unirnos a todas ellas recordando esas chaladas de la historia que con su locura han abierto puertas para todas las que venían detrás. Porque una chalada es una mujer valiente y luchadora ¡y merecen su homenaje en el día de hoy!
«La cordura no es otra cosa que saber mostrar tu chaladura”. Es es el punto de partida de nuestro nuevo vino La Chalada, un original blanco semidulce 100% Verdejo elaborado con una selección de uva procedente de viñedo propio. Esta idea da pie a la serie de artículos #LasChaladasDeLaHistoria, cuya primera parte compartimos contigo hace unos meses.
¡Brindamos por todas #LasChaladasDeLaHistoria!

Desde pequeña, el sueño más loco de Amelia era poder volar. Tras bautizar a su primer aeroplano como «el Canario» y pasar años haciendo realidad su sueño de ponerse a los mandos de distintos aviones, vio la oportunidad de hacer historia y no pudo contenerse: fue la primera mujer en cruzar el Atlántico en solitario en el año 1932. El final de Amelia no podía ser menos romántico que su hazaña más conocida, pues Earhart desapareció en el Océano Pacífico durante uno de sus vuelos.

Rigoberta fue la primera mujer indígena, además de la más joven, en recibir el premio Nobel de la Paz. Su lucha se encamina a enfrentar la dureza con la que tratan a la minoría indígena en Guatemala. Sufrió en primera persona las condiciones pésimas en las que vive el grupo maya quiché, al que pertenece, y decidió cometer una gran y maravillosa locura: ¡luchar por cambiarlo!

¿Es cosa de locos haber visto alguna mujer en el draft de la NBA? ¡Pues aquí está! Lusia Harris ha sido la única mujer, hasta el momento, en ser elegida en un draft de la NBA oficialmente. Todo un logro sobre todo si tenemos en cuenta que esto pasó en los EEUU de los 70. ¡Una chalada de las buenas!

En 1955, cuando aún existía la segregación en EEUU, Rosa se le ocurrió “la locura” de negarse a ceder su asiento a un hombre blanco en el bus. A pesar de que fue detenida y multada por este “atrevimiento”, su iniciativa movió conciencias y provocó la creación de una asociación para defender los derechos de los negros. Asociación presidida por Martin Luther King, que consiguió entre otras cosas la abolición de la segregación en los transportes públicos. El resto es historia.

Normalmente, si ves un resplandor en un mineral, apreciarás su belleza y poco más. Pero Marie Curie necesitaba saber por qué las sales de Uranio transmitían unos rayos de naturaleza desconocida. Así, acabó descubriendo junto a su marido los elementos radiactivos polonio y radio, convirtiéndose en la primera persona en ganar dos premios Nobel de Física, y otro de Química.

Cuando de niña le reglaron un chimpancé de peluche, no se imaginaba convirtiéndose en la mayor experta del mundo en estos animales. Al poco de empezar su carrera viajó a Tanzania con la misión de investigar por primera vez a los chimpancés salvajes de la zona. Lo hizo con la única compañía de su madre y un cocinero. ¡Nos encanta esta chaladura!

De esto que ves un anuncio en el periódico para ser astronauta y acabas convirtiéndote en la tercera mujer en llegar al espacio, ¡qué locura! Además, es la primera astronauta LGTB conocida hasta el momento, pues mantuvo una relación secreta por más de 27 años con una reconocida psicóloga.

Rosalía de Castro es un referente en la literatura novelística y poética española. Chalada como la que más, es también un modelo para el feminismo: no se dejó abatir por las voces que la avocaban a hacerse cargo del hogar y dejar la escritura, sino que se rebeló en forma de escritos que han pasado a la historia: “No dejan pasar nunca la ocasión de decirte que las mujeres deben dejar la pluma y repasar los calcetines de sus maridos”. Esta frase de su libro “Carta a Eduarda” refleja perfectamente la presión a la que la sometían, ¡y que nunca tomó como consejo!