Verano… esa estación que anhelamos durante el resto del año, hasta que azota con fuerza en la capital madrileña y se puede freír un huevo frito en el asfalto. Y es que dicen que es la estación con más magia del año, pero la visión de noches con calor pegajoso y sin dormir no es para nada mágica… Si por trabajo, familia o cualquier otra razón tienes que pasar estas intensas temperaturas en la ciudad, te proponemos algunos planes diferentes para una noche calurosa. ¡Vamos allá!
1. Autocine de Madrid
Disfruta de una noche muy rollo Grease en el Autocine RACE. Con más de 25.000 metros cuadrados, está en chamaron y es el más grande de Europa. Tendrás una experiencia cinematográfica de calidad gracias a su gran pantalla y que sintonizamos el audio directamente desde la radio del coche. Además, cuenta con una zona Dinner y food trucks donde comprar hamburguesas, perritos calientes… y por supuesto, ¡palomitas! Consulta la programación en su web.
2. Charamasca
Propón a tus amigos un plan diferente: Charamasca es una tienda de vinos y productos selectos, donde además podréis hacer una pequeña degustación. Te recomendarán vinos, cavas o ginebras ¡todos de primera calidad! No olvides preguntar por nuestro Finca la Colina Verdejo CIEN X CIEN.
3. Una noche viendo las estrellas en El Escorial
Con la contaminación de la ciudad es imposible ver las estrellas. Pero con estas altas temperaturas nocturnas, es una idea genial ir hasta un sitio alejado de la ciudad para poder disfrutar del firmamento. Uno de esos lugares es la Silla de Felipe II. Se ubica en el llamado Circo de El Escorial, un lugar aislado donde disfrutar de las estrellas en plena naturaleza.
4. Una ruta guiada nocturna
Lo primero que hacemos cuando visitamos ciudades extranjeras es apuntarnos a una ruta guiada, pero ¿alguna vez lo has hecho en tu propia ciudad? Te sorprenderías de la cantidad de cosas que puedes aprender. En Carpetania organizan rutas nocturnas de diferentes tipos, artísticas, literarias, sobre las leyendas negras de la ciudad… ¡100% recomendado!
5. El encanto del Retiro
¿Qué hay más apetecible que pasar un rato cerca del agua cuando las temperaturas aprietan? Por suerte, aunque “aquí no hay playa”, Madrid cuenta con el maravilloso Parque del Retiro y, si eres de los que disfruta con su lago, El Encanto del Retiro es para ti. Saborea una cena en su terraza, mientras degustas nuestro Sanz Clásico. Una gozada que tenemos a tiro de piedra.
6. Veranos de la Villa
Como cada año, el centro de Madrid se abre a la diversión y variedad en este festival con una programación con propuestas artísticas muy variadas en la que seguro encuentras algo de tu gusto. Sus espectáculos toman lugar en numerosos espacios abiertos como el Parque del Buen Retiro, el mirador del Templo de Debod o la Plaza Mayor. ¡Echa un ojo a su programación!
Tienes los aperitivos preparados, la cena a punto en el horno, la mesa puesta y la terraza preparada para pasar una velada de lo más agradable con tus amigos.
Tocan el timbre y… ¡horror! recuerdas que no habías metido en la nevera ese vino blanco buenísimo que habías comprado. ¿Con qué vas a recibir ahora a tus invitados? ¿Con vino caliente? ¿O con agua?
Tranquilo, ¡suele pasar! Esta situación es de lo más habitual, pero en Vinos Sanz nos hemos propuesto solucionarte la papeleta, mediante un curioso método muy útil y con mucha química.
¡Solo necesitas agua, sal y hielo!
Algo muy difícil de no tener en casa que, y mucho menos en pleno verano. ¡Corre a preparar estos ingredientes mientras tus invitados se entretienen con los aperitivos!
Echa en una cubitera (o un cubo) agua fría, sal, hielo y mete la botella de vino. Remueve y en unos minutos tendrás el vino en la temperatura perfecta. Tus invitados apenas habrás notado tu ausencia, ¡y encima tendrás el vino blanco perfectamente preparado en la cubitera!
¿Cómo funciona?
La explicación de este truco nos la da la segunda ley de la termodinámica: “dos sustancias con diferentes temperaturas alcanzan el equilibrio térmico entre ellas”.
Lo que ocurre es que la mezcla de la sal y el agua produce una reacción endotérmica, que absorbe energía. Para que la sal se pueda disolver, necesita calor, que lo “absorberá” de la lata o la botella, de forma que el frío de los hielos pasará más rápido al recipiente, ¡en solo unos minutos!
Pero ¿cuál es la temperatura ideal del vino blanco?
Una buena pregunta… de nada te sirve un truco así si no tienes ni idea de a qué temperatura servir el vino. Este detalle puede arruinar la cena ¡y dejar muy mal sabor de boca en tus invitados!
Ya sabes que “muy frío” suele ser la contestación a esta pregunta, pero no es suficiente para los amantes del vino blanco. Así que atento a este par de trucos que tienen que ver con qué tipo de vino blanco vas a servir:
Los blancos afrutados alcanzan su sabor ideal sirviéndose muy fríos, alrededor de los 4 y 5 grados. Es el caso de nuestra Chalada, además es perfecto para servir como aperitivo y comenzar la cena con el mejor pie.
Los blancos con carácter más tostado y crianzas piden una temperatura entre los 8 y los 11 grados. Van perfectos para acompañar la comida: te recomendamos un Finca La Colina Verdejo Cien x Cien. ¡No errarás en la elección!