Queridos Winelovers, se acerca el día de la madre y que mejor manera de celebrarlo que con un buen maridaje, es por esto que te traemos estas 5 opciones para que deleites el paladar de la mujer más perfecta sobre la tierra: tu madre.
1. Verdejo y Ensalada griega
Comenzamos de manera atrevida y juvenil. Un verdejo de Rueda, es perfecto para acompañar a una ensalada. De bouquet potente y sabor persistente, Sanz Verdejo es el excelente acompañante de una ensalada griega; ingredientes tales como la cebolla, el pepino, el queso feta y el tomate hacen de esta ensalada el balance perfecto para este vino afrutado y aromático. Ideal para madres con espíritu juvenil y a las que les gustan de explorar nuevos horizontes.
2. Cabernet Sauvignon y Lechazo Asado
Tradición y familia, dos conceptos que sin duda toda madre tiene presentes. Es por eso que consideramos este maridaje como una apuesta segura si tu madre es alguien que gusta de sus tradiciones. Aquí dos grandes exponentes de la cultura vinícola y gastronómica española se fusionan para traernos un pedacito de cielo al paladar. El Cabernet Sauvignon ofrece buena estructura y una clara acidez además de un sabor limpio y brillante, características que vienen muy bien con el tradicional lechazo asado.
3. Vino blanco de guarda y Merluza
El deporte y el ser madre; dos pasiones que muchas mujeres compaginan en la actualidad. Heroínas por partida doble. Para celebrar ese incansable espíritu maternal tenemos un maridaje que además de ser exquisito, cuida de su figura. Los blancos de guarda son exquisitos y si se trata de una Edición Limitada como nuestro Dressage, aún más exclusivos. Con una acidez perfectamente balanceada, te sugerimos acompañarlo de una Merluza en salsa de almendras: aceite de oliva, perejil, sal, leche y almendra tostada como ingredientes base elevan a este plato a lo sublime al añadirle un vino blanco de guarda como Dressage: complejo, elegante y exclusivo.
4. Vino rosado y Chuleta en mantequilla de ajo
Para esas madres que llevan el arte en las venas tanto como el amor por su familia este maridaje rayará en lo épico. ¡Vino rosado y chuleta de cerdo en mantequilla de ajo! Sal, pimienta, hierbas secas, mantequilla y ajo corren a cargo del plato, mientras que el aroma afrutado y floral, así como el sabor fresco, cítrico e intenso van a cuenta del vino rosado. Un baile de colores, sabores y aromas.
5. Tempranillo y Pasta con salmón
Si el estilo de tu madre es más bien actual te recomendamos ir a por la opción del tempranillo. Y si es madrileña, ¡ni te lo pienses! Un Sanz La Capital, que derrocha orgullo castizo por los cuatro costados. Combínalo a la perfección con una pasta, como unos espaguetis con salmón y espinacas: sal, pimienta y queso crema son algunos de los ingredientes de esta gran receta, que si van acompañados de un tempranillo con cuerpo robusto, aroma intenso y gusto agradable te garantizamos que no fallará. Receta idónea para satisfacer el exigente paladar de esa mamá fashion y de paso sacarle una gran sonrisa.
Sabemos que cada mamá es única, con sus rasgos y gustos definidos, pero estamos seguros que con estas 5 propuestas de maridaje no tendrás problemas al transmitirle a tu madre todo aquello que no se alcanza a expresar con palabras.
Siempre tenemos muy en cuenta, al momento de adquirir nuestros vinos cosas como: el tipo de uva, la añada, incluso hasta la cepa con la que se elaboran. Pero en el mundo del vino existen otros elementos un tanto desconocidos por la mayoría, entre ellos: el corchado, el empaquetado y su embotellado, y es aquí donde surge la duda ¿y el vidrio?, ¿por qué las botellas siguen siendo de vidrio si el mundo vinícola se ha modernizado como nunca? Y a todo esto ¿por qué algunas son de color verde? En este artículo responderemos esas dudas para que conozcas un poco más sobre el mundo vinícola. Obviaremos la historia del vidrio y su descubrimiento e iremos directo al tema en cuestión.
¿Por qué las botellas de vino siguen siendo de vidrio? Esto es debido a que el vidrio posee cualidades que ningún otro material puede igualar.
Las 5 propiedades inigualables del vidrio
Es impermeable —contrario a envases de reciente creación como el Tetra Brik, por ejemplo—, lo que impide que el oxígeno entre en contacto con nuestro vino y acelere su proceso de oxidación.
No posee olor ni sabor. Cualidad muy importante ya que esto evita que se mezclen aromas y sabores ajenos a nuestro vino, por lo que la personalidad de este no se verá afectada.
Poca porosidad. Esta propiedad va de la mano con las anteriores: la casi nula porosidad del vidrio garantiza que su guarda sea más efectiva frente a otros materiales —como el PET, por ejemplo—, aumentando la calidad y extendiendo el tiempo de vida de nuestros vinos durante su guarda. Un vino se considera de guarda cuando tiene unas características adecuadas que permiten hacer que madure en botella, como nuestra edición limitada Dressage.
Es un material estable. Los cambios bruscos de temperatura no afectan su forma, resiste muy bien las altas y bajas temperaturas y en general los cambios atmosféricos —como el cambio de presión que se genera al envasar el vino y en su posterior descorche—.
Altamente reciclable. Una botella de vidrio puede reciclarse infinitamente ya que su componente principal no se pierde en el proceso. Fabricado a base de materiales naturales como la arena y el carbonato de sodio, es un claro ejemplo de sostenibilidad y auto sustentabilidad; se evita con su reciclaje la extracción de nuevas materias primas y la erosión del suelo, se ahorra energía en la producción de nuevos envases y minimiza las emisiones de CO2, haciendo de este un producto totalmente eco-friendly.
¿Y ese tono verdoso que llevan nuestras botellas de vino?
Pues bien, esto se debe principalmente a que el vino es altamente fotosensible —especialmente el vino tinto—, lo que obliga a los productores a proteger el líquido cuanto sea posible de la luz. Diversos estudios han encontrado que el color que mejor lleva a cabo esta tarea es el verde, de ahí el tono verdoso de nuestras botellas. Contrario al tinto, los vinos blancos resisten mejor la luz por lo que su envasado se hace generalmente en botellas transparentes: para que se aprecie mejor su limpidez.
Si bien es cierto que el avance tecnológico en el mundo vinícola se ha dado a pasos agigantados —sobre todo en los últimos 100 años—, sus bases siguen inmutables; entre ellas su envasado en vidrio, demostrando así lo perenne que es este bonito descubrimiento que es el vino. Un producto que cumple la regla de la simplicidad: hace de lo complejo algo sencillo y viceversa.