Una variedad única en el mundo, sus orígenes se remontan al siglo diecinueve Tal vez, algún día de tapas hayas cogido un trozo de queso manchego o de roquefort. Tu paladar conoce el sabor, la textura y las características únicas de esos productos lácteos. Lo que garantiza esas cualidades irrepetibles es lo que se conoce como Denominación de Origen Protegida. Este término indica la procedencia geográfica de un producto. Se basa en el hecho de que el lugar de producción, transformación y elaboración de un alimento es lo que asegura su calidad y atributos. Por eso, el manchego se produce únicamente en la región de La Mancha con leche de ovejas de raza manchega y el roquefort en la región francesa de Causses con ovejitas de raza Lacaune. Pasando de la tabla de quesos a la copa de vino que ahora tienes en tus manos, esta gloriosa bebida también posee una DOP en su etiqueta. Si tienes las suerte de estar disfrutando de un vino de Denominación de Origen Rueda, ese producto fue elaborado en la zona que comprende las provincias españolas de Valladolid, Segovia y Ávila. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda garantiza esta procedencia.